Muchas organizaciones se dan cuenta de un crecimiento significativo y están deseosas de crecer aún más. Pero les cuesta encontrar a las personas adecuadas para apoyar sus ambiciones de crecimiento. Ven cómo muchos ingenieros experimentados, operadores y otros trabajadores cualificados se jubilan. Otras no están preparadas para adoptar los cambios introducidos por las competencias de la Industria 4.0. Estas empresas buscan desesperadamente talentos con la experiencia y las habilidades adecuadas para apoyar sus esfuerzos de transformación digital. Estas organizaciones tendrán que buscar soluciones inteligentes a esta escasez de talento. Hacer más con menos, parece el único camino para seguir siendo competitivos. Es esencial un uso más eficiente de los recursos humanos, y habrá que acelerar los esfuerzos de formación y recualificación. Además, tendrán que buscar formas de hacer que las operaciones de las fábricas sean más eficientes y requieran menos intervención humana.
¿Cómo pueden ayudar la IA y otras tecnologías?
Laautomatización y la digitalización de los procesos suelen conducir a una importante reducción de la intervención manual y a una racionalización de las operaciones. Se calcula que, en 25 años, la automatización ha provocado un crecimiento de la producción del 70 %, mientras que la mano de obra disponible en la fabricación ha disminuido aproximadamente un 30 %. Por lo tanto, la introducción de un MES (Manufacturing Execution Systems) puede permitir que la mano de obra realice más operaciones con el mismo número de empleados.
En muchos casos, la IA (Inteligencia Artificial) puede introducirse para recopilar y analizar los datos disponibles como herramienta de mejora de la toma de decisiones: ayuda al personal de fabricación a tomar decisiones mejor informadas sin necesidad de recopilar manualmente la información requerida.
Y la tecnología también puede ayudar en el proceso de formación e incorporación de los operarios, proporcionando gemelos digitales del entorno de fabricación "en vivo" y creando así un entorno de formación real.
La sostenibilidad y la preocupación por el medio ambiente solían ser ideas superficiales y agradables, esfuerzos de relaciones públicas más que preocupaciones genuinas. Hoy en día, la descarbonización, la eficiencia energética y la reducción de residuos son prioridades para la mayoría de los fabricantes. En parte porque el Greendeal europeo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU les empujan a replantearse su huella en toda la cadena de valor. Pero el coste del consumo de energía añade combustible (juego de palabras) a los esfuerzos de la industria manufacturera en este ámbito. La eficiencia energética es más que una obligación, se ha convertido en una cuestión de sentido común empresarial.
¿Cómo pueden ayudar la IA y otras tecnologías?
Mediante la automatización de los procesos de fabricación, las empresas suelen conseguir optimizar significativamente estos procesos. La optimización de estos procesos no sólo conduce a una reducción directa del uso de la energía, sino que también genera un mejor rendimiento y calidad del producto, lo que a su vez conduce a un menor uso de materiales en bruto y menos residuos gracias a un número significativamente menor de errores en el proceso de producción. La IA puede tomar decisiones sobre la gestión del almacenamiento de energía basándose en sus predicciones sobre cuándo habrá más demanda de energía y en los datos que recoge de las fuentes de energía renovable en tiempo real y de las condiciones de la red.
Garantizar la continuidad de la fabricación y la disponibilidad implica una estrategia bien desarrollada para mitigar los riesgos. Esto va mucho más allá de evitar las interrupciones de la producción y, por tanto, la pérdida de ventas. También afecta seriamente a la reputación del fabricante y, por tanto, puede tener un impacto en el negocio futuro mucho peor que la pérdida inmediata causada por las interrupciones temporales.
Las ciberamenazas ocupan un lugar destacado en la lista de amenazas más citadas hoy en día. Las crecientes y complejas amenazas procedentes del ciberespacio exigen una sólida ciberseguridad. Y hoy en día, cuando el taller ya no está desconectado del mundo exterior y del IoT, nunca ha sido tan importante confiar la ciberseguridad a los expertos. Considere por un segundo que un hacker consigue acceder a la tecnología operativa (OT) del fabricante y puede manipular los ajustes que garantizan la seguridad del entorno operativo. Esto podría llevar a situaciones extremadamente peligrosas.
¿Cómo pueden ayudar la IA y otras tecnologías?
La IA y el aprendizaje automático se están convirtiendo en algo esencial para la seguridad de la información, ya que estas tecnologías son capaces de analizar rápidamente millones de conjuntos de datos y rastrear una amplia variedad de ciberamenazas, desde amenazas de malware hasta comportamientos sospechosos que podrían dar lugar a un ataque de phishing.
Estas tecnologías aprenden y mejoran continuamente, extrayendo datos de las experiencias pasadas y del presente para señalar nuevas variedades de ataques que pueden producirse hoy o mañana. Una inversión que merece la pena en esta era hiperconectada de la Industria 4.0
Además, no se puede sobrestimar la importancia de un entorno de seguridad de la OT fiable y global. Las soluciones de seguridad dirigidas específicamente al OT (tecnología operativa) son esenciales porque tienen como objetivo principal la continuidad de las operaciones, y saben tratar tanto los aspectos físicos como los digitales del OT.
Industria 4. 0 es el término comúnmente utilizado para describir el rápido cambio de la tecnología en la industria manufacturera debido a la creciente interconectividad y la automatización inteligente.
El valor añadido se crea para los fabricantes mediante la combinación de tecnologías como la robótica avanzada y la inteligencia artificial, la comunicación máquina a máquina (M2M) y el Internet de las cosas (IoT) con el fin de aprovechar los beneficios de la automatización de la fabricación tradicional y las prácticas industriales. Esta integración incluye el uso de máquinas inteligentes (equipadas con sensores) que pueden analizar y diagnosticar problemas sin necesidad de intervención humana.
A medida que el entorno de producción se adentre en el mundo digital, también se beneficiará de otras tendencias emergentes como el 5G, que permitirá una conectividad prácticamente infinita.
Y otras tecnologías contribuirán a una organización aún más productiva y rentable. Tecnologías como la realidad aumentada y los gemelos digitales contribuirán considerablemente a un mejor funcionamiento, permitiendo preparar todo y a todos a fondo para el trabajo antes de llevarlos realmente a la producción.
Según McKinsey, los fabricantes que se han embarcado con éxito en un viaje de transformación digital han cosechado enormes beneficios empresariales. Entre ellos se encuentran la reducción de entre el 30 y el 50 por ciento del tiempo de inactividad de las máquinas, la mejora de entre el 15 y el 30 por ciento de la productividad de la mano de obra, el aumento de entre el 10 y el 30 por ciento del rendimiento y la disminución de entre el 10 y el 20 por ciento del coste de la calidad. Pero para cosechar esos beneficios, el viaje de transformación debe estar suficientemente preparado e integrado con la estrategia y la cultura empresarial general.
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